Monday, October 18, 2010

(La espera en la crónica)

La historia original de la Bella Durmiente no tiene una bruja y príncipe, es más bien XXX
Juan Carlos Talavera | Culturas
Lunes 18 de Octubre, 2010 | Hora de creación: 00:51| Ultima modificación: 02:22



Análisis. El ensayo es publicado por Textofilia Ediciones.

El verdadero origen del clásico infantil La Bella Durmiente se encuentra en una versión “triple equis” que el escritor italiano Giambattista Basile transcribió en 1634 y que tituló El Sol, la Luna y Talia, donde una mujer dormida es violada. Lo particular de aquella historia es que la Bella Durmiente no se pincha el dedo con una rueca, ni es embrujada por un hada maléfica, tampoco existe un príncipe encantador y menos aún un beso, señala Kelly A.K.

Pero la Bella Durmiente es un personaje que hasta ahora no ha sido agotado y así lo demuestran dos Premio Nobel: el japonés Yasunari Kawabata y la austriaca Elfriede Jelinek, así como los estadunidenses Anne Rice y John Irving, e incluso el afamado Haruki Murakami, quienes en su literatura han retratado bellas durmientes desde distintos ángulos, explica la autora en su ensayo La espera. Seducción de las bellas durmientes, publicado por Textofilia Ediciones.

Para Kelly A.K., las bellas durmientes son objetos depositarios del deseo del otro, pero al mismo tiempo depositarias de su propio deseo; heroínas, personajes engañosos que ocupan el papel principal de todas las historias, y un enigma por lo que provocan, ya que no se sabe qué sucede con estas mujeres que no hablan, no se mueven y se ven envueltas en un viaje.

AURA Y MISTERIO. Las bellas durmientes son un misterio, “y sin embargo, el que una mujer se encuentre dentro de un sueño profundo hace que no sea una mujer realmente, sino simplemente el esbozo de quién podría ser despierta”. Al final esta mujer se convierte en la heroína de la historia y no así el príncipe como muchos piensan, señala la joven autora.

Una característica de la mujer dormida es que no se le puede tocar. Se le ve, se le contempla e incluso puede ser espiada, pero se le respeta, y en opinión de Kelly A.K., esto se debe al concepto del aura de Walter Benjamin, dado que las durmientes son seres que sólo existen para ser contemplados y “forman parte de una ceremonia nocturna donde son intocables aun cuando es posible tocarlos intrínsecamente”.

Propiamente el género de las bellas durmientes existe, señala la autora, y aunque no se menciona en el ensayo, apunta que también existen bellos durmientes, como narra John Irving en El mundo según Garp, donde cuenta la historia de un hombre dormido y cómo una enfermera lo viola. Esa sería la versión masculina, explica.

En el texto, la autora analiza tres piezas esenciales del mito de la Bella Durmiente: La casa de las bellas durmientes, de Yasunari Kawabata; La muerte y la doncella, de Elfriede Jelinek, y Trilogía de la Bella Durmiente, de Anne Rice.

Y la importancia de la Bella Durmiente se encuentra en su reflejo “porque la literatura es una forma de espejear el mundo real, una manera de contemplar de forma distinta lo que tenemos a nuestro alrededor, y una manera de crear una perspectiva distinta. No hay bellas durmientes ni príncipes como tal, sin embargo, es una manera distinta de ver a mujeres y hombres”, concluye.

http://www.cronica.com.mx/nota.php?id_nota=538622

4 comments:

Unknown said...

Es muy interesante saber que el verdadero punto de este tipo de historias va más allá de un cuento para niños

Unknown said...

Es muy interesante saber este tipo de historias van más allá que un simple cuento para niños

JULIA CUELLAR said...

Te escuché en el programa de radio de Jairo Calixto y Susana Moscatel y me encantó la lectura que propusiste sobre la bella durmiente. Primero pensé que sería algo parecido a lo de Kawabata o que lo usarías de referente, pero le diste la vuelta y me atrapaste. Me muero por leer tu libro. Quiero seguirte en Twitter pero no me deja, en fin. Gracias por tus letras.

K. said...

Hola Julia,
Muchas gracias por tus comentarios.
No sé pq no me puedes seguir en twitter, me parece rarísimo.
El libro ya está en librerías. El texto de Kawabata es uno de los que ugtilizo, pero no es el único.
Me encantará conocer tus comentarios post-lectura.
Abrazos

(( ))

( un paréntesis es un momento para respirar ) ( un paréntesis es un silencio para soñar ) ( un paréntesis es un espacio para estar )