Sunday, May 31, 2009

(mi ombligo)




, y una amiga me contó, hace años, que su abuela no tenía ombligo.
Y yo veo el mio, y sé que no tiene nombre mas que ombligo... y conozco un libro de un autor brasileño, Ziraldo, y hablaba del ombligo y de la relación que tenemos con el...

y el ring ring de los niños y su fascinación por un recoveco que parece no tener ningúna función post parto...

y la peluza que se alberga ahí en los hombres que se dicen ya hombrecitos...

y el paréntesis del cuerpo en medio del cuerpo...

sí, me gusta mi ombligo. Sé que no me juzga, y es extraño que una parte de nuestros cuerpos no nos juzgue, pero al mismo tiempo, el ombligo no es nuestro cuerpo. Mi ombligo no es mio. Es ombligo, y ya.
Mi ombligo es la gran compañía de los domingos, sé que se incha con las palomitas por el simple pretexto de saludarme, y cuando decide que ya no me quiere ver más, me giña el estómago y se esconde...


, y una amiga me contó, hace años, que su abuela no tenía ombligo.
Y ahora me pregunto, ¿cómo le hizo para almacenar su propia soledad y además cargar un estómago liso, sin cavernas ni laberintos?
¿cómo lidiar con el desasosiego de tu propia mirada en el espejo sin un ombligo para disculparse ante ti misma por tu poco entendimiento de quién eres?
Sí, hoy no sé qué sería de mi sin mi ombligo,
(y

también
me pregunto en voz baja, casi susurrandome a mi misma, si es la bocina de mi conciencia que se anunica desde mi eje de gravedad, y si es así, quizás la abuela de mi amiga vivio feliz sus noventa y tantos años sin su ombligo.) Quizás.

Monday, May 25, 2009

me duele el higado

como mencioné anteriormente, mi cuerpo me traiciona. en esta ocasión le tocó al higado (dicen los imanes, las agujas y los planetas anómalos).
Y mientras decido cómo hacerlo funcionar, o por lo menos, cómo congraciarme con él para que vuelva a funcionar para el resto del cuerpo (no han formado sindicato aún, los órganos de mi cuerpo, no sé por qué), canto esta canción que me traje desde lo más recóndito de mi memoria de infancia.


Tuesday, May 19, 2009

anatomia traicionera


Hoy me veo, me veo verme y me pregunto cómo me pregunto al verme verme... hoy mi cuerpo sobrepasa mis límites de absorción de realidad. Hoy sé que aquello que me dijeron, en la cúspide de la infancia y la credibilidad, que el alma era prestada y que la tendría que devolver algún día era una falacia. Hoy sé que lo que realmente tengo prestado es el cuerpo. Es él quien me traiciona, me hace jugarretas y me impulsa a comer chocolate. No soy yo, es mi cuerpo. Mi cuerpo prestado.

Monday, May 18, 2009

las corazas

g. me dijo: creo que tenemos que permitirnos la vulnerabilidad

yo le dije: a mi eso me da miedo, a veces.

g. dijo: a todos.

yo le dije: quizás por eso mi cuerpo se ha fortalecido tanto, quizás cree que así me puede proteger.

g. dijo: your strength and your beauty will always be in your mind and in your fillings and your feelings

yo no le dije que necesitaba un abrazo, que últimamente necesito abrazos seguido, que sonrío, que me rio, que estoy bien, pero que necesito abrazos.

g. me manda besos cibernéticos.

yo le dije que la quería y le sonreí...

me fui a dormir y me permití ser vulnerable entre mis sábanas...

Sunday, May 17, 2009

just another manic sunday...






entre un día y el otro de pronto todo se satura, los minutos cesan su repiqueteo constante en la sien y se avecina un domingo.

hace años y siglos enteros cubiertos de suspiros que el mal tan conocido y tan reprimido del 'sunday blues' no me tocaba, no me pegaba, no existía mas que como un mal sabor de boca tras un encuentro desamoroso y fortuito.

hace centurias enteras que era sábado y faltan horas milenarias para que sea lunes.
Diablos.

¿Por qué será que un día a la semana puede albergar todas las angustias esparcidas en varios meses?

Se pierden mis imágenes de mi, Me pierdo yo en mi propia mirada.

Los domingos me veo demasiado.
Los domingos no me veo suficiente.
Los domingos necesito un abrazo (más que ningún otro día). Los domingos me abrazo yo.

Los domingos esperan la llegada del insomnio.
Los domingos tengo que acomodar los cojines muchas más veces.
Los domingos saben que el chocolate no es suficiente.
En domingo me extraño...
en domingo extraño.
los domingos soy yo
en domingo no sé quién soy

es domingo.

los domingos invitan a los fantasmas del pasado para que hagan una orgía de tortura psíquica en tu cabeza.

es domingo

(y me iré a dormir)

Saturday, May 16, 2009

las batallas del baño


(1 mayo - 16 mayo 2009)

Las batallas del baño (o un asesinato sin querer y un perdón empático)


Hace un mes le perdoné la vida a un alacrán y ayer asesiné a mi computadora. He tenido dos encuentros en el baño, o más bien, dos confrontaciones. El baño, esfera lúdica para echarse pedos a gusto, hacer atrocidades sin que nadie pueda decir nada al respecto, lugar para apapacharse y hacerse menjurjes en la cara y en el cuerpo, espacio en el que veo mi cara por la mañana y por la noche; no sé cómo sucedió, pero el baño se ha convertido en un campo de batalla.
Ayer asesiné a mi computadora.
Algunos dirán que no fue a propósito, que realmente no quise hacerlo, pero la verdad es que al ver el cadáver a mis pies, al ver la pantalla hecha pedazos como un espejo al que le echaron siete años de mala suerte, la intenté resucitar, le toqué todas las teclas, la acaricie, le dije palabras hermosas, le canté canciones de cuna.
Pero mis lagrimales parecieron caducos.
No exprimí ni una sola lágrima al ver el cadáver de mi bebé, la que era mi amante, mi eterna compañera de insomnios, malos humores y espacios creativos, la miré y no lloré.


Hace un mes un alacrán me picó el pie al entrar al baño; o más bien al entrar al baño pisé un alacrán el cual, al sentirse agredido por un pie tanto más grande que él, me picó. Levanté el pie para encontrar el alfiler que sentí penetrar en mi piel y al voltear la mirada hacia el piso encontré al culpable de mi dolor. No sé quién estaba más asustado.
Recuerdo no haber gritado. Si no hay nadie que pueda responder al grito, entrar para salvarte, poner el hombro para que llores o que te cargue para trasladarte a un sitio más seguro, la verdad es que no vale la pena desperdiciar un grito.
Lo vi y estoy segura de que mi mirada tenía respuesta.
No sé quién estaba más asustado.
No podía matarlo. Hace un año y más estaba en un hotel con una amiga, celebrando un aniversario de amistad y aprovechando para platicar durante días y horas; por la noche, antes de dormir, vi un alacrán. Lo mataron. Al día siguiente su compañero apareció. También lo asesinaron por el bien de nuestro sueño tranquilo. El sonido de sus cuerpo despedazado bajo la suela de un zapato, cómo tronaban y se deshacían aun me persigue en ciertas noches, y me arrepiento de tenerle tanto miedo a mi propio signo.
Hace un mes veía a un alacrán que estaba absolutamente aterrado sobre mi tapete de baño anaranjado y no sabía qué hacer mientras recordaba a sus familiares liquidados a causa de mi terror ante su cola y tenazas.
No lo podía matar, el asesinato de aquellos otros tanto tiempo antes me lo impedía (al igual que mi signo astrológico), y no podíamos convivir en casa. Soy solitaria por convicción y porque el nudismo me sienta bien.
Lo enrollé en el tapete de baño sobre el que estaba mientras me miraba y lo sacudí fuera de la ventana. Le recé a todos los santos en los que nunca he creído, a las vírgenes promiscuas y a las estrellas que leo a diario, que el pobre alacrancito del tamaño de la palma de mi mano supiera volar.
Sigo esperando a que su pareja me reclame las clases de vuelo a fuerzas, sigo esperando y observo el piso del baño. Ahora tiene un nuevo significado.
Asesiné, sin querer, a mi computadora, y le perdoné la vida a un alacrán negro que me fue a visitar.

El piso del baño tiene una silueta marcada con gis de cómo quedó el cadáver, y otra, dibujada en mi mente, de dónde perdoné una vida.

Wednesday, May 6, 2009

en algún lugar del tiempo...


... me encontré con algo que no debía de haber encontrado. a veces (solo a veces, en verdad, esto no sucede siempre de los siempres, solo de vez en cuando) se abren agujeros en ese material medio pegajoso con textura de terciopelo negro que es morado con tintes azulados, ese material impenetrable y gelatinoso, aquello que sabe a algo sin sabor, que se reescribre sin letras y con símiles que se desvisten... agujeros en la textura del espacio tiempo.

Lo que llega a suceder (también a veces con todos los pormenores del a veces anterior) es que por esas cavernas sin olor, esos espacios de temporalidad inexistentes, esos huequitos recién abiertos, recién nacidos en el traslucir de dos parpadeos, por ahí se cuelan cosas que no tenían porqué haberse colado.


Y es en esos momentos, instantes efímeros en los que todo lo anterior sucede a la vez, en los que existen encuentros inesperados con lo inesperado. Y eso.

Sunday, May 3, 2009

spider porno (gonzo) - sadonaturista

y sí, la pornografía ha llegado hasta las telarañas...
(como dice un amigo, le dan miedo las arañas violadoras de israel)
y no es una metáfora. violencia pura, inseminación a la fuerza, inmolación aracnoide.



(D.S. el que me comunicó esta información me dijo: te creías muy jevi? pues mother nature is the real bitch.)
(y continúa: rape as a natural condition for survival... spider sex ethics debate.)
INDEEDLY 

el sadomasoquismo ahora será sadonaturista. 

risas alienígenas

en estas épocas de crisis en las que ni la vida social existe, esto (que me compartió una amiga) es por lo que vale la pena seguir adelante... (claro que existen muchas cosas más por las que vivir y sonreír, pero esto, bueno, para un domingo encuarentenado, maravilloso)


Saturday, May 2, 2009

tiempo de fuga


el tiempo se ha desmarañado, el tiempo se ha desdibujado desdoblado deshecho deshilachado...
ya no se le puede tocar cómo antes.
 Ya no se vive el tiempo como hace un par de días que parecen meses que realmente son siglos y un segundo.

Me imaginaba una ciudad construida para 10 millones de personas donde generalmente habitan 20. Me imaginaba el caos y el olor, el ruido y el gentío. demasiada gente, demasido movimiento, demasiado todo.
Me imaginaba que de pronto, un día cualquiera, sin avisar siquiera, la mitad de la población se esfumaba, desaparecía, cesaba de existir.
Me imaginaba que la ciudad quedaba desierta. Ante la desaparición de tanta gente, los que se quedaron, me imaginé, se encerraron en sus casas para ver si los otros volvían. 
Me imaginé que la vida que conocíamos desapareció, que todo lo que se encontraba a nuestro alrededor cesó de ser lo que era.
Imaginé que la soledad y el tiempo de ocio tan preciados por algunos, se volvían obsoletos ante su sobreproducción.
Imaginé que imaginaba que imaginé una ciudad desierta.
Cuando desperté, la ciudad (con influenza) seguía ahí...

(( ))

( un paréntesis es un momento para respirar ) ( un paréntesis es un silencio para soñar ) ( un paréntesis es un espacio para estar )