Tuesday, April 20, 2010

La escala Richter de las emociones

(apuntes para un texto más largo, tal vez)

Soy un temblor de tierra
Los sismógrafos señalan mi paso por el mundo

- Vicente Huidobro

Y, entonces, cuando lo viste… ¿qué?

Ah, me movió, sí, me movió.

¿cuánto?

Pues como un 8.3

¿en serio? Uf, que fuerte.

Con todos los terremotos, los temblores, los movimientos tectónicos que está desperezando a la tierra y aterrorizando a sus habitantes últimamente, los sismos se han vuelto parte de la conversación fatídica de los ciudadanos de ésta, y muchas otras capitales.

Hace poco una alumna preguntaba si habría clase ya que tal día temblaría, lo habían profetizado.

Le conté a un gran amigo, J.G. esto. Me dijo, ¿y tú puedes predecir cuando alguien te va a hacer temblar? Le dije que no, pues entonces, con la tierra sucede lo mismo, me dijo.

Claro, no, impredecible absolutamente.

Y de ahí surge la noción de la escala Richter de las emociones.

No todos te mueven igual, no todos te provocan lo mismo.

Si un hombre te incita un 6, es de los que te despiertan en la noche, pero no los temblores por los que sales corriendo a ponerte bajo la puerta, simplemente sonríes, mucho, y te vuelves a dormir.

Si te provoca un 8.5, entonces, tal vez, te quedas sin habla, y sí, sales huyendo, aunque sea en pelotas, para salir de tu edificio, de tu casa, y tal vez, de tu corazón. Te sonrojas, te quedas sin palabras, no sabes más de ti; las manos sudan, y ya se acerca al 9.1, las pupilas se dilatan, el hambre es inexistente, las mariposas en el estómago ya no son un mito. Explosión.

No, no se puede predecir qué sismo causará el encuentro con otro ente viviente, ni su magnitud. Ah, no, es imposible pronosticar el choque de las capas tectónicas de las sensaciones. Y qué decir de las replicas causadas por el primer temblor. Pueden durar años, o instantes.

Verdadera lástima cuando de un sismo de 8.7 se pasa a un 6.3 y finalmente a un 4.5, de esos que apenas y se sienten, que te preguntas si realmente sucedió o no.

Maravilla cuando un temblor que parecía réplica, se vuelve una verdadera hecatombe en el cuerpo de quien la sufre.

Un milagro, cuando el temblor es mutuo.

Y a ti, ¿cuánto te mueve?

(Ese temblor, es temblor del cielo - decía Huidobro...)

1 comment:

Kauniita Unia said...

Guau..
creo que leí esto en el momento preciso.
Y eso que ni siquiera te conozco.

Excelente! :)

(( ))

( un paréntesis es un momento para respirar ) ( un paréntesis es un silencio para soñar ) ( un paréntesis es un espacio para estar )