Monday, October 5, 2009

)siesta)




despertó como se suele despertar tras una siesta a media tarde, sin saber dónde estaba ni cuánto tiempo había dormido. El reloj indicaba cuarenta y tres minutos desde la última vez que lo consultó. Yacía boca abajo, los labios ligeramente hinchados tras haberse recargado sobre ellos, las hendiduras de sus dientes se sentían en su parte interna. Yacía boca abajo con las piernas ligeramente abiertas, húmedo su contorno como si hubiera hecho el amor antes de dormir, como si durante su sueño el semen de quien no la había penetrado se estuviera resbalando por sus muslos hasta llegar a la cama y volverse una mancha húmeda que tocaría únicamente al despertar y desperezarse.

Yacía boca abajo, desnuda, en medio de la cama, el sol de la tarde penetraba reflejado por la ventana del vecino que la veía sin que ella se diera cuenta. Ella miraba las figuras que las cortinas casi transparentes hacían con el aliento del viento que se atrevía a entrar por un pequeño agujero que el vidrio había permitido hacerse una noche que supo a destrozos y furias contenidas.
Yacía boca abajo, sus pies se acariciaban, despertando, en la sábana negra. Su ombligo sabía a sudor.

La mano derecha en su vientre, desperezando la piel que se sentía contenida. Una mano dormida que no era suya, que sentía ajena, acariciaba su hombro.
Se movía. Un poco. Un movimiento tenue, diáfano de su cuerpo. Sentía su desnudez en la diferencia de temperatura entre la huella que la siesta había demarcado en la cama y los disturbios que el despertar adquirían. La conmoción de su respiración.
Despertó a media tarde, cuando las sombras se alargan para tocar cuerpos que no saben si quedaron dormidos o soñaron que gozaron.
Fractal erótico. La caricia de la yema de su dedo anular izquierdo en metamorfosis es unos dedos que hacen círculos sobre su hombro, dibujando un hálito fulgurante en su vientre, debajo de la sombra de su pezón derecho. Atrás de las rodillas comienza un estertor amoroso. Los cabellos de sus muslos se levantan, atentos, erectos, expectantes. Fractal de mimos entre sueños. Que sueña.


Su parpadeo provoca una sonrisa. Roce de su piel contra la piel de las sábanas. Humedad.
Ensoñación de un orgasmo sin memoria de procedencia. Deseo confinado a la huella en su almohada. Despertó.

Entró a buscarla, encontró la huella de su siesta en la humedad sobre las sábanas.


Dulces sueños que sueñan dulces.

4 comments:

Kfan said...

Hola, hace mucho que no escribía algo calientíto por aquí, ya echaba mucho de menos sentirme parte de sus sueños e imaginarme como un pequeño ser haciendo de su cuerpo mi planeta y mi paisaje.
Mis respetos y admiración como siempre.

thedrinkingclasshero said...

fiiiuuuuu, delicioso relato ;)
Salu!

thedrinkingclasshero said...

fiiiuuuu, delicioso relato ;)
Salu!

Marcos Freitas said...

hay personas con la habilidad de transponer (con belleza) la esência del sentimiento en palabras (verbalizacion de los pensamientos o sensaciones) ...y la destreza mental de transformar(los)(las) en metáforas de si mismo!

eres una de esas!

:*

(( ))

( un paréntesis es un momento para respirar ) ( un paréntesis es un silencio para soñar ) ( un paréntesis es un espacio para estar )