Monday, October 12, 2009
minusválida
en las palabras que salían de su boca siempre faltaba una letra y nunca sabía cuál era. Cuando caminaba era como si careciera un paso, tal vez uno de los movimientos de los pies nunca lo había aprendido, tal vez no creyó que todos fueran necesarios, como el abecedario tampoco lo era.
Un trago de mezcal con un gajo de naranja se escurre por su mejilla, llega hasta su ombligo y se escabulle entre las miradas de los presentes. Lo ignora, como si fuera cotidiano, como si siempre una de las gotas de lo que tomaba se escondiera de miradas ajenas.
Deshace la conversación con sus tenedor y su cuchillo; es tan aburrido hablar siempre de lo mismo.
Mirarla como si en el devenir de su vida anduviera con bastón, como si la anatomía de su alma estuviera carente.
Ignorancia ajena de lo completo que alguien puede ser sin los dictámenes ajenos.
La metáfora de un albatros que no sabía volar de hace años la volvía a visitar. Flotar a veces también es volar, parpadear a veces también produce sueños.
Si camina de otra manera no es que no sepa cómo, simplemente encontró otra manera de hacerlo.
Se acomodó su propia vida.
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(( ))
( un paréntesis es un momento para respirar )
( un paréntesis es un silencio para soñar )
( un paréntesis es un espacio para estar )
1 comment:
Sin embargo vive, aprende, sonríe, juega con su cabello y queda fascinada con su reflejo, pensando que nadie le mira, que ella se mira o que a veces, son muchos quienes la ven, a veces, uno de esos tantos muchos no existe y otras veces asoma, pero le ve y también se fascina, convirtiendole en un sueño, hermoso y lejano..., se camina en la mente, se corre en la imaginación se vuela con el corazón.
Quien fuese una gota de mezcal...
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