Llegó un señor mayor, con sombrero de hace veinte años, con una sonrisa que se pintó hace treinta y con una voz de más de 70 años.
Tenía un megáfono en la mano y comenzó a cantar... "Volverás..."
Yo le quería decir que no, mi hermano no iba a volver o que más bien a quién se refería que volvería...
me di cuenta que no me cantaba a mi, se cantaba a si mismo, a un amor perdido, o a un amor no encontrado, a un ser demasiado querido, o simplemente cantaba para recibir un par de monedas...
me hizo sonreir.
Sunday, November 23, 2008
Thursday, November 20, 2008
(reveses de sueños)
A veces me siento como el dinosaurio, cuando despertó, yo todavía estaba aquí, traspapelada entre sueños.
Un café y un cigarro anuncian una mañana en la que los sueños se olvidan rápidamente.
En mi despertar soñé que todavía estaba dormida, cuando me paré de la cama, mi silueta estaba tan bien dibujada en mi almohada que pensé que todavía no había despertado; cuando fui al baño, me di cuenta que me había dejado atrás, en la cama, dormida.
10 días de silencio en el que no hay música más que mis pensamientos. No sabía que mi ritornello podía escucharse tan alto y sin eco.
En los claxonazos matutinos siempre encuentro la tranquilidad de otra mañana arribada, un día más que comienza sin que le haya pedido que amaneciera.
Un café y un cigarro anuncian una mañana en la que los sueños se olvidan rápidamente.
En mi despertar soñé que todavía estaba dormida, cuando me paré de la cama, mi silueta estaba tan bien dibujada en mi almohada que pensé que todavía no había despertado; cuando fui al baño, me di cuenta que me había dejado atrás, en la cama, dormida.
10 días de silencio en el que no hay música más que mis pensamientos. No sabía que mi ritornello podía escucharse tan alto y sin eco.
En los claxonazos matutinos siempre encuentro la tranquilidad de otra mañana arribada, un día más que comienza sin que le haya pedido que amaneciera.
Thursday, November 6, 2008
(Parpadeos de conciencia) (pequeños haikus)
Rellenaba los instantes de sus sueños, los agujeros de su memoria con historias recreadas a partir de los personajes que no existían.
Cosquilleaban su lengua con un lápiz y las palabras se escribían por si solas.
Comia colores con los ojos mientras que su cuerpo recreaba las texturas.
La pluma verde, la pluma negra, el lapicero y la pluma roja. Tres hojas de papel en blanco, y dos completamente ralladas por los dos lados. Cigarros, vino, copa, cenicero. Sólo hace falta el encendedor.
El espejo retrovisor reflejando una calle vacía siempre me causa una tristeza; una calle vacía en este mundo en el que hacer el amor llega a ser mortal, y no hacerlo también.
El placebo: las ciudades.
Cosquilleaban su lengua con un lápiz y las palabras se escribían por si solas.
Comia colores con los ojos mientras que su cuerpo recreaba las texturas.
La pluma verde, la pluma negra, el lapicero y la pluma roja. Tres hojas de papel en blanco, y dos completamente ralladas por los dos lados. Cigarros, vino, copa, cenicero. Sólo hace falta el encendedor.
El espejo retrovisor reflejando una calle vacía siempre me causa una tristeza; una calle vacía en este mundo en el que hacer el amor llega a ser mortal, y no hacerlo también.
El placebo: las ciudades.
Subscribe to:
Posts (Atom)
(( ))
( un paréntesis es un momento para respirar )
( un paréntesis es un silencio para soñar )
( un paréntesis es un espacio para estar )